La macrobiótica nunca ha dejado indiferente. Cuando una forma de vida ayuda a tantas personas a mejorar su salud siempre aparecen detractores que bien por desconocimiento o por que ven peligrar su forma de ganarse la vida ponen a la macrobiótica a debate.
Si algunas vez has leído u oído hablar de que la macrobiótica es peligrosa o que es algo radical y dañino quédate a leer algunos de los mitos que se suelen comentar sobre ella, lee hasta el final porque aprenderás bastante.
La macrobiótica no es buena para embarazadas y niños pequeños
Muchos de estos bulos, como éste y el típico de que la dieta macrobiótica no tiene los suficientes nutrientes, parten de una base errónea. Georges Ohsawa habló de 10 niveles de alimentación y en uno de ellos (el número 7) hablaba de comer solo cereal integral. Esto por supuesto no es una forma de comer para toda la vida ni estaba pensada inicialmente para sanar, sino que se realiza en intervalos cortos de tiempo a modo de “reajuste”, y no para todas las personas. Pasado este tiempo se volvía a comer de forma regular: cereales integrales, verduras, legumbres, semillas y frutos secos, algas, productos fermentados, aceites y otros alimentos, lo que viene siendo una dieta tradicional.
Por lo tanto la macrobiótica es buena para todo el mundo. Además no es algo monolítico, por supuesto se irá adaptando a cada persona en particular según sus necesidades: deportistas, niños, ancianos, embarazadas, adultos, etc.
No está claro lo que es la macrobiótica, cada persona la explica de una forma diferente
La macrobiótica en sí no es una “dieta”, es una manera de ver la alimentación aprendiendo según la calidad de los alimentos. Es por eso que verás a veces información contradictoria, porque irá en base a la experiencia de cada uno.
Esto que puede parecer algo complejo no es nada más alejado que lo que pasa en las dietas que te puedan poner los nutricionistas. ¿Cuántas veces habrás escuchado información contradictoria entre ellos? Antes las grasas eran malas… ahora son buenas, o muchas cosas similares.
Otro ejemplo de que tampoco hay consenso es la intención de crear el “semáforo nutricional” donde pretendían etiquetar un alimento con un color verde, amarillo o rojo según su calidad de nutrientes, y se veía por ejemplo que el aceite de oliva virgen figuraba como alimento perjudicial….
La alimentación no es algo matemático ni tiene reglas rígidas, se debe adaptar y por eso todos los que nos dedicamos a divulgarlo hablamos desde la experiencia.
La macrobiótica está basada en la “energía” y eso no la hace válida
Hace más de 1000 años no se tenía conocimiento sobre los nutrientes, sin embargo en todas las culturas del mundo se sabía perfectamente lo que comer. La mayor parte de problemas de salud venían más de la falta de alimento que de una alimentación errónea, como ocurre actualmente.
Los conceptos que presenta la macrobiótica que pueden parecer extravagantes no son más que el fruto del conocimiento oriental con miles de años de experiencia.
No hay evidencia científica de que la macrobiótica sea una dieta curativa
Que una forma de alimentarse no tenga una evidencia científica de que sea v´álida no quiere decir que no lo sea. Simplemente es eso, que no hay evidencia.
¿Y por qué no hay evidencia? Pues porque los investigadores no la estudian, simplemente por eso. Desde AMU animamos a la comunidad científica a hacer estudios para que lleguen a conclusiones reales. Mientras tanto nos guiaremos por los cientos de miles de personas que mejoran su salud diariamente gracias a esta forma de alimentarnos.
Estos son algunos de los mitos que se comentan, si quieres encontrar más información te dejamos algunos artículos más. Desde aquí te animamos a que escribas tu artículo y le daremos voz desde aquí.
Los peligros de la macrobiótica- por ESMACA- https://www.esmacrobiotica.com/los-peligros-la-macrobiotica/
Julio Basulto, el enemigo-. por Macrobiótica Mediterránea https://www.macrobioticamediterranea.es/julio-basulto-el-enemigo/